Recibo del agua llegaría demasiado barato: Funcionó el racionamiento
En Bogotá, debido al bajo nivel de agua de los embalses del sistema Chingaza, que suministran el líquido vital a la ciudad y algunos municipios cercanos, se decretó la medida de racionamiento de agua. Esta medida busca reducir el consumo de agua e incentivar prácticas de ahorro mientras los embalses recuperan el 70% de su nivel. En este contexto, los ciudadanos se preguntaron si estas medidas de ahorro se reflejarían en el recibo del agua.
¿Cómo se reflejó el racionamiento en las facturas?
En julio, llegaron los recibos y los ciudadanos empezaron a reportar una reducción importante en el cobro del agua. Una usuaria, con su recibo en mano, expresó que obtuvo una reducción de casi el 50% en el cobro, pasando de pagar casi 200 mil pesos a pagar 110 mil pesos. Esta importante reducción, cercana al 40%, se generó también gracias a las buenas prácticas de ahorro adoptadas en su hogar.
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¿Qué prácticas de ahorro se implementaron?
La usuaria explicó que en su casa introdujeron una botella con agua en el sanitario para que la descarga sea menor. Además, en la ducha, mientras se bañan, recogen agua en un balde que posteriormente es usada para el inodoro. En la cocina, también recogen el agua al lavar los platos, la cual es utilizada para limpiar pisos o para el sanitario. Incluso, recogen el agua de la lavadora.
¿Qué dice el Acueducto?
El Acueducto de Bogotá invita a los ciudadanos a que continúen implementando estas prácticas de ahorro, expresando que el ideal es que los ciudadanos consuman aproximadamente 80 litros por mes. Según Diego Montero, gerente del sistema Maestro del Acueducto, gracias al racionamiento hubo un cambio en el consumo del agua por parte de los ciudadanos, quienes adoptaron prácticas de ahorro desde la implementación de la medida.
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¿Cuál ha sido el impacto del racionamiento?
Montero agregó que se ha logrado superar la meta de ahorrar 1 metro cúbico por segundo, llegando a casi 1.5 metros cúbicos por segundo, lo que refleja un cambio en el consumo responsable. "Desde la implementación de la medida, no se ha llegado a los niveles tan altos de consumo", señaló Montero.
¿Qué sigue?
Con esta medida exitosa, el Acueducto espera que los ciudadanos sigan aplicando estas prácticas de ahorro, no solo por el beneficio económico en sus recibos, sino también por la sostenibilidad del recurso hídrico. El impacto positivo en las facturas y en el nivel de los embalses demuestra que el racionamiento y las prácticas de ahorro pueden marcar una diferencia significativa en el consumo de agua en Bogotá.