
Nueva EPS está en la 'olla': desagradable hallazgo tiene a afiliados preocupados
Desde hace varios meses, el tema de la salud en Colombia ha sido motivo de conversación y preocupación. Las demoras en la atención, la falta de medicamentos y, más recientemente, la intervención a la Nueva EPS, la más grande del país, han encendido las alarmas. Lo que comenzó como una medida preventiva terminó revelando fallas internas que requieren una revisión profunda.
Y no se trata solo de un cambio de directivos. La intervención también permitió mirar con lupa lo que venía ocurriendo por debajo de la superficie. Así fue como se conoció un dato que dejó a muchos con la boca abierta.
Le puede interesar: Trabajadores tendrán más para el mercado: Compensar aumentó su subsidio monetario
Más de 12 millones de facturas sin procesar en la Nueva EPS
Una noticia preocupante salió a la luz. El interventor de la Nueva EPS, Bernardo Camacho, informó que, tras revisar los sistemas internos, se encontraron 12 millones de facturas represadas, correspondientes a 2023 y años anteriores, con un valor aproximado de $43,3 billones.
“El análisis de la información obtenida permitió al equipo interventor evidenciar graves falencias que llevaron a una represa inicial de 12 millones de facturas pendientes por procesar”, explicó Camacho en un comunicado, haciendo referencia a los hallazgos luego de la intervención iniciada por la Superintendencia de Salud el 3 de abril de 2024.
Más allá de la cifra, lo grave es cómo se llegó a ese punto. Según Camacho, las anteriores administraciones de la EPS ordenaban pagos a las IPS con base en promedios mensuales, sin esperar la auditoría de los servicios. Es decir, se pagaba “a ojo”, sin comprobar si los servicios realmente se prestaron.
Errores tecnológicos y archivos eliminados
El informe también reveló que los archivos RIPS, donde se detallan los servicios médicos prestados, eran eliminados luego de subirse a las bases de datos. Esto no solo impidió validar la información posteriormente, sino que también afectó el cierre adecuado de los estados financieros de la entidad.
Además, el sistema utilizado para procesar las facturas no contaba con el soporte tecnológico necesario. Muchas tareas se hacían de forma manual, lo que aumentaba los errores y ralentizaba todo el proceso. En resumen, se manejaba una EPS del tamaño de Nueva EPS con herramientas que se quedaron en el pasado.
No deje de leer: Bandidos están 'esculcando' la basura para robar: estafa los dejaría sin un peso
La intervención apenas comienza
La intervención a la Nueva EPS fue decretada en abril de 2024 y, tras los hallazgos, se prorrogó por un año más en abril de 2025. La entidad tiene una deuda acumulada con clínicas y hospitales que supera los 5 billones de pesos, y los reclamos de los usuarios —principalmente por falta de medicamentos— siguen llegando.
“Estas fallas son el reflejo de un sistema que necesita cambios urgentes, tanto en lo técnico como en lo humano”, afirmó Camacho, quien dejó claro que la recuperación no será rápida, pero ya se están tomando medidas para poner orden.
Mientras tanto, los 10,8 millones de afiliados a la Nueva EPS —entre trabajadores, pensionados y empleados del servicio doméstico— esperan que la situación no empeore más. Con la posible transformación de las EPS en gestoras de salud y vida, como propone la reforma del Gobierno, el reto será doble: corregir el pasado y construir un sistema más eficiente para el futuro.