En Colombia, el trabajador tiene la libertad para renunciar en cualquier momento a los vínculos laborales que tiene con una compañía. Sin embargo, esta decisión debe estar respaldada por una comprensión clara de los aspectos legales que rodean este proceso.

De acuerdo con el Ministerio del Trabajo, la obligación de un previo aviso al empleador se eliminó y el trabajador podrá renunciar en cualquier momento de la relación laboral “sin que se generen descuentos por parte del empleador por no preavisar su terminación unilateral del contrato”.

No obstante, se recomienda, en la medida de lo posible, avisar al empleador con cierta anterioridad. De esta manera, la empresa podría ir adelantando el proceso de contratación del ‘remplazo'. 

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¿Cómo se debe renunciar a un trabajo?

La forma de renunciar puede ser verbal y sin motivación, pero si es por justa causa (debido al incumplimiento del empleador), debe ser por escrito y motivada. El empleador puede aceptar, guardar silencio o rechazar la renuncia, siendo este último una expresión de desacuerdo sin efectos prácticos distintos.

Otra de las opciones es pasar la carta de renuncia expresando los motivos por los cuales se tomó la decisión de terminar el contrato laboral con la compañía. En ella se pueden abordan aspectos particulares como renuncias por motivos de salud, despidos de trabajadores discapacitados y renuncias por acoso laboral.

¿Si el trabajador renuncia debe indemnizar al empleador?

Actualmente, el trabajador no está obligado a indemnizar al empleador por renunciar sin justa causa ni preaviso, gracias a la modificación del artículo 28 de la Ley 789 de 2002. Sin embargo, cabe destacar que el empleador puede exigir una indemnización por perjuicios en casos específicos, a pesar de la eliminación de la obligación de indemnización por renuncia intempestiva.

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Esto se daría en caso de que el empleador haya establecido en el contrato de trabajo o en una cláusula específica la obligación de presentar la renuncia con cierta anticipación, junto con el pago de una sanción en caso de no cumplir con esta condición al momento de renunciar.

Así las cosas, la renuncia laboral se entiende como derecho fundamental del trabajador, pero su ejecución debe llevarse a cabo con un entendimiento claro de las implicaciones legales y laborales para asegurar un proceso adecuado y proteger los derechos de ambas partes.