No cabe duda, que la inseguridad en Bogotá es un tema que tiene preocupadas a muchas personas, ya que los “amigos de lo ajeno” siempre se salen con las suyas para cometer sus actos delictivos, una de las maneras más comunes es a través de llamada telefónica inventando una historia trágica para que las personas transfieran dinero a alguna banda delincuencial.
En la actualidad, es común que los delincuentes utilicen mensajes de texto, de WhatsApp, redes sociales, entre otras formas para contactar a las víctimas y hacerse pasar por un familiar, conocido o amigo que esta viviendo un secuestro o necesita ayuda.
Según explica la página web de la Policía, la extorsión es: “un delito consistente en obligar a través de la utilización de violencia y amenazas a una persona para realizar, tolerar u omitir un acto en contra de su voluntad, con la intención de generar provecho ilícito o beneficio económico para sí o para un tercero”.
De igual manera, las personas que cometan estos actos delictivos tendrán que responder ante la ley: “Incurrirá en prisión de ciento noventa y dos (192) a doscientos ochenta y ocho (288) meses y multa de ochocientos (800) a mil ochocientos (1.800) salarios mínimos legales mensuales vigentes”. Afirma el Código Penal colombiano en el artículo 244.
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Extorsión por vía telefónica o redes sociales
La modalidad más antigua tiene que ver con aquella llamada telefónica que muchas personas han recibido, y en varias ocasiones se hacen desde la cárcel, en la que los delincuentes empiezan con la reconocida frase “tío tío, me tienen secuestrado”, posteriormente exigen un rescate de entre 1 a 5 millones de pesos para poder liberar a su sobrino.
Con las precauciones de las autoridades, muchas personas se han salvado de creer en estos estafadores, sin embargo, en algunas ocasiones la preocupación, el miedo y los nervios de escuchar esta noticia hace que las personas acudan inmediatamente a algún cajero para realizar el dichoso giro y salvar a su ser querido.
Por esta razón, es recomendable ponerse en contacto inmediatamente con el familiar el cual está aparentemente secuestrado, no entregar el dinero a los desconocidos y colocarse en contacto inmediatamente con las autoridades a través de la línea 165.
Otros casos reconocidos son mensajes de texto o vía WhatsApp en los cuales escriben un mensaje genérico con nombres bastantes comunes en Colombia, esto con el fin de que alguna persona descuidada caiga en la trampa y responda.
En un caso reciente, el texto decía “prima en medio de un trasteo el conductor se llevó un televisor con miles de dólares adentro”, allí el supuesto familiar coloca un número telefónico y pide el favor de que haga todo lo posible para poder recuperarlo.
Devolución de bienes
Esta es una modalidad bastante común en la actualidad, donde los delincuentes roban algún vehículo, posteriormente, llaman a la víctima y le exigen un dinero para poder recuperar su carro o moto, de no hacer la transferencia los desguazan.
Sin embargo, esto es una trampa, pues al enviar el dinero los criminales se desparecen con la plata y con el automotor, cometiendo robo y extorsión.
Sextorsión
Esta modalidad de robo se ha vuelto muy conocida en la actualidad gracias a las nuevas tecnologías y la facilidad de contactar a las personas por medio de redes sociales, herramienta muy aprovechada por los delincuentes, quienes primero hackean y roban la información personal (fotos y videos íntimos), posteriormente contactan a las víctimas para solicitarles una cantidad de dinero para no hacer público este material.
Generalmente, es común que los criminales realicen este tipo de extorsión en adolescentes que son más vulnerables a una amenaza y tienen más fotos y videos en sus cuentas. Según las autoridades, en muchas de las veces, estos delitos cibernéticos son realizados por exparejas que por venganza hacen estas amenazas.
Por esta razón, es recomendable no abrir links de páginas desconocidas, ya que, de esta manera algún virus puede infectar su dispositivo y robar la información necesaria para que los delincuentes se salgan con las suyas.
De igual manera, la Policía recomienda que en caso de vivir una de estas situaciones se comunique a la línea 165 para que un investigador del Gaula se haga cargo de su caso.