Extorsión en Bogotá
"Cuando llega la extorsión, te quitan la vida, te quitan la tranquilidad": comentó el comerciante
El hombre está dominado por la zozobra y el miedo, el timbre de su voz así lo demuestra, se tocaba la cabeza y decía que no podía hablar del tema pues su familia se lo tiene prohibido. A raíz de los nervios que le causa el tema el ojo izquierdo empieza a mostrar un leve parpadeo. Lo pensó dos veces para contar su historia y finalmente accedió, pero prefirió no identificarse. Se desempeña como distribuidor de tiendas en y graneros en el centro de Barranquilla, aunque últimamente no le sale trabajo. 50 clientes cerraron sus negocios por extorsiones y regresaron a su tierra natal, en el interior del país. Él decidió quedarse para responderles a los pocos clientes restantes pero antes de salir de su casa se encomienda a Dios para que nada le pase.
"Tengo temor. Ya me han extorsionado bastante. Trabajo y el 10% lo destino para la próxima llamada. Antes no creía que podían llegar a tanto y cuando me intimidaban hasta llegaba a un acuerdo con ellos para que me dejaran trabajar tranquilo".
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A este comerciante nacido en Floridablanca Santander le asesinaron a su único hermano en Barranquilla. El menor de la familia montó un pequeño negocio que con esfuerzo y perseverancia se convirtió en un próspero negocio. Madrugaba todos los miércoles a hacer compras y luego las vendía con un margen de ganancia. Una noche, sentado en el comedor recibió una llamada a su celular, una persona que se identificó como miembro de "Los Costeños", le pidió una cuota mensual de 500.000, para que pudiera trabajar ´tranquilo´, el hombre finalmente aceptó y ahí empezó el suplicio.
"Mi hermano decidió pagar la vacuna de 500.00 mil pesos que mes a mes iba aumentando. Esta situación hizo que su negocio quebrara y que poco a poco se fuera derrumbando un sueño que costó mucho sacrificio", aseguró con su voz entrecortada.
Además añadió que "Cuando llega la extorsión, te quitan la vida, te quitan la tranquilidad, te quitan las ganas de trabajar, te quitan todo, hasta las ganas de vivir. A mí me han robado, me han atracado, asesinaron a mi hermano, pero el delito más ruin es el de la extorsión".
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Agrega que a diario vive con la angustia de pensar que le puedan hacer daño a él o que le lleven la noticia de que “mataron a un hijo mío o a mi pareja por no pagar la cuota que me exigen”, sostiene, mientras mira de un lado a otro cuando siente que alguien se le acerca por atrás.
Como él, un centenar de pequeños y grandes negocios se han visto afectados. Según la Unión Nacional de Comerciantes (Undeco) seccional Atlántico, más de 100 establecimientos comerciales han sido vendidos a muy bajo precio, porque el propietario no puede resistir la presión.
Por lo anterior, los gremios han confirmado que realizarán una nueva marcha.
