Quienes viven en arriendo preocupados: cancelan contrato por acción común
Quienes viven en arriendo deben tener muy en cuenta la Ley 820 de 2003 regula los contratos de arrendamiento de vivienda, estableciendo criterios claros para proteger tanto a arrendadores como a arrendatarios.
Sin embargo, hay un punto crucial que muchos inquilinos suelen pasar por alto y hacen comúnmente: las modificaciones al inmueble arrendado. Aunque pueda parecer insignificante, este detalle puede ser crucial para su contrato de arrendamiento.
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¿Por qué pueden cancelar el contrato de arrendamiento?
El artículo 22 de la Ley 820 establece las causales por las cuales un arrendador puede terminar unilateralmente un contrato de arrendamiento. Entre ellas, destaca una que sorprende a muchos: la realización de mejoras, cambios o ampliaciones en el inmueble sin la autorización expresa del arrendador.
Esto incluye acciones tan simples como pintar las paredes de una habitación o hacer cambios en la estética del lugar. Aunque estos ajustes pueden parecer inofensivos o incluso beneficiosos, si se hacen sin el consentimiento del arrendador, pueden resultar en la terminación del contrato.
La ley es clara: "La realización de mejoras, cambios o ampliaciones del inmueble, sin expresa autorización del arrendador o la destrucción total o parcial del inmueble o área arrendada por parte del arrendatario," son causales para que el arrendador pueda pedir la terminación del contrato.
¿Qué hacer si quiere modificar su vivienda arrendada?
Si está pensando en hacer algún cambio en la casa o apartamento que tiene arrendado, es fundamental seguir algunos pasos clave para evitar problemas legales y garantizar que su hogar siga siendo suyo:
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- Consulte siempre con su arrendador: Antes de hacer cualquier modificación, desde pintar una pared hasta realizar cambios más significativos, es esencial hablar con su arrendador. Asegúrese de que está de acuerdo con las modificaciones propuestas.
- Obtenga autorización por escrito: No basta con un acuerdo verbal; pida siempre una autorización por escrito. Este documento puede servirle de respaldo en caso de cualquier malentendido futuro.
- Evite cambios permanentes sin permiso: Cualquier alteración significativa en el inmueble, como cambios en la estructura o la estética, debe estar debidamente autorizada. De lo contrario, podría enfrentar la cancelación del contrato y posibles sanciones adicionales.
- Respete los términos del contrato: Revise cuidadosamente su contrato de arrendamiento para entender qué está permitido y qué no lo está. Cumplir con estas disposiciones no solo protege su vivienda, sino que también refuerza su relación con el arrendador.
Aunque la tentación de personalizar su hogar arrendado puede ser fuerte, es crucial actuar con precaución y seguir las normas establecidas en la Ley 820 de 2003.
Realizar mejoras o cambios sin la debida autorización puede tener consecuencias serias, incluyendo la terminación del contrato de arrendamiento. Para evitar problemas, consulte siempre con su arrendador y asegúrese de obtener su permiso antes de hacer cualquier modificación en el inmueble.