Advierten a quienes viven en conjuntos por multa de casi $700.000: Situación es común
Vivir en edificios o conjuntos residenciales requiere un equilibrio entre las libertades individuales y el respeto al bienestar de los vecinos.
Aunque compartir espacios comunes enriquece la experiencia de vivir en propiedad horizontal, también puede generar conflictos, especialmente por ruidos excesivos que pueden resultar molestos.
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La Ley 675 de 2001 y los reglamentos internos de las propiedades horizontales establecen límites para el ruido tolerable. En términos de decibelios, los niveles permitidos varían según los horarios.
En el horario diurno, de 6:00 a.m. a 10:00 p.m., el ruido permitido es de 65 decibeles, equivalente al sonido de una conversación en voz alta, el ambiente de un restaurante lleno o un teléfono que suena cerca del oído.
Durante la noche, el ruido permitido es de 55 decibeles, similar al de herramientas como taladros o martillos, una calle transitada, una oficina con mucha actividad o un televisor a volumen medio, según detalla El Espectador.
Si un vecino supera los niveles de ruido permitidos de manera reiterada, la administración del conjunto residencial puede tomar medidas como enviar advertencias o imponer sanciones. Si estas acciones no son suficientes, se puede solicitar la intervención de la Policía Nacional.
¿De cuánto es la multa por ruido excesivo?
Cuando las autoridades se presenten en el área residencial, tendrán facultades para atender las quejas por ruido excesivo y medir los decibeles. Pueden solicitar que cese el ruido y, si la persona hace caso omiso, imponer un comparendo de tipo tres, equivalente a casi $700,000, además de la sanción económica que puede imponer la administración.
Si usted es víctima de ruido excesivo por parte de un vecino, siga estos pasos:
- Comunique la situación a la administración del conjunto residencial.
- Solicite una medición de decibeles.
- Si la administración no toma medidas, presente una queja formal ante la Policía Nacional.
Vivir en comunidad implica ceder en algunos aspectos para el bienestar general. Respetar los límites de ruido establecidos y ser tolerantes son claves para mantener una convivencia armónica en propiedad horizontal. Recuerde que las normas existen para garantizar el derecho al descanso, la tranquilidad y la salud de todos los residentes.
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En caso de dudas o inquietudes específicas sobre su situación, se recomienda consultar con un abogado experto en propiedad horizontal o con las autoridades locales competentes.