Nueva ley exigiría curso vital para administradores de propiedad horizontal

El crecimiento poblacional en Colombia ha llevado a un aumento en el valor de la tierra, lo que ha impulsado el desarrollo de proyectos de propiedad horizontal, especialmente en áreas urbanas, donde predominan los conjuntos residenciales con numerosos apartamentos. En estos espacios, la convivencia entre muchos habitantes depende del cumplimiento de reglas claras para el uso de zonas comunes, como jardines, escaleras y ascensores, entre otros.

El administrador de un conjunto residencial es el encargado de velar por el cumplimiento del reglamento de propiedad horizontal que regula estas normas. Sin embargo, con la reciente reforma a la Ley 675 de 2001, los administradores tendrían nuevas responsabilidades que requieren formación adicional.

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Reforma a la Ley 675 de 2001: una mayor responsabilidad para los administradores

La abogada Estefany Rendón ha expresado su preocupación sobre esta reforma, que ya fue aprobada en primer debate por la Cámara de Representantes. Uno de los aspectos más controversiales es la obligación de los administradores de propiedad horizontal de implementar protocolos de prevención de violencia intrafamiliar.

Rendón advierte sobre los riesgos de asignar esta tarea a los administradores sin una formación adecuada en temas tan sensibles como la violencia de género. "Esta nueva competencia no solo añade más responsabilidades a los administradores, sino que también pone en juego la seguridad de las mujeres que podrían ser revictimizadas si los protocolos no se aplican de manera correcta", explicó.

Necesidad de formación especializada

La reforma plantea que los administradores deberán recibir formación específica para poder gestionar correctamente situaciones de violencia intrafamiliar en los conjuntos residenciales. Sin esta formación, existe un alto riesgo de que los administradores no estén preparados para actuar de manera adecuada, lo que podría llevar a errores graves en la protección de las víctimas.

"El problema no es solo patrimonial, sino de vida humana", añadió Rendón, refiriéndose al impacto potencial que podría tener la mala gestión de estos casos. La falta de formación en debido proceso por parte de los administradores podría generar situaciones donde las víctimas de violencia se vean afectadas por procedimientos ineficientes o incorrectos.

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Un reto para las administraciones de propiedad horizontal

Con esta reforma, los administradores no solo tendrían que garantizar el cumplimiento de las normas de convivencia, sino también encargarse de temas tan delicados como la prevención y manejo de situaciones de violencia intrafamiliar, lo que implica un desafío significativo para muchos de ellos. La implementación de estas medidas será vital para garantizar la seguridad y el bienestar de los residentes en los conjuntos.

Este cambio legislativo subraya la necesidad urgente de que los administradores y los consejos de administración se capaciten adecuadamente. La formación no es opcional, sino un requisito fundamental para cumplir con esta nueva responsabilidad vital, que busca la erradicación de las violencias basadas en género en los espacios de propiedad horizontal.